
Los límites insospechados de un sentimiento se terminan tarde o temprano volviendo crueles. Me enterraría en tu ombligo. Te tengo en el recuerdo, el sueño futuro.
Y eso es solo una imagen, que se mueve demasiado rápida.
La última oportunidad en la llegada del día. El cataclismo post-merienda.
Instante reclama, la inercia de lo que apelaste
Quedó flotando en el insight y el pelo mojado llora conmigo.
Yo te juro que si existirías, me estaría enterrando en tu ombligo.-