martes, 6 de diciembre de 2011

"En parte alguna se ve más claro que en el diálogo de dos enamorados, cómo el lenguaje es un medio, algo entre los hombres. Pero, dejando toda poesía a un lado, aquí llega a ser realmente una regla de juego. Para la cópula de dos espíritus no es, pues, el mejor medio el idioma, porque o es muy tímido o muy burdo para los íntimos abrazos"

"Por ser el lenguaje una fuerza social entre los hombres, ejerce también una fuerza sobre el pensamiento del individuo. Lo que en nosotros piensa es el lenguaje, lo que en nosotros versifica es el lenguaje. La sensación tantas veces traída en palabras de “yo no pienso: algo piensa en mí” –esta sensación de coacción, de fuerza, es completamente justa"

"Del temple momentáneo o del temple general del hombre, esto es, de su carácter, dependerá que prefiera hablar o prefiera callar. Dos clases de bestias son las más idiotas. Las que no pueden hablar nada, como, por ejemplo, puede suponerse de las ostras, y las que no pueden callar en absoluto. A ambas les está negado comunicarse. Las unas son mudas y las otras sólo hacen ruido. De aquí que parezca en sociedad, de cuando en cuando, que hablan muchos a la vez indefinidamente. No tienen nada que decirse unos a otros y no tiene importancia que el ruido se produzca con sonidos articulados"

"Placer de la charla: Este placer no es más que un juego con el lenguaje, uno de los juegos que por sus pobrezas espirituales se recomiendan a los enfermos y a los ancianos. Este enorme uso del lenguaje como placer de charla me parece que tiene (ya verbalmente o en la lectura) una gran semejanza con el juego del dominó en el cual todo el trabajo espiritual consiste también en añadir, en tanto que se pueda, a la ficha del contrario una que lleve el mismo número. Igual que en una de las tales conversaciones"


Encontré fragmentos de Mauthner en un blog que ya marqué en la Crítica.
Lo importante no es leer sino releer, he dicho.