PRESS RESET.
No es poco, no es poco para una película basada en una novela. Un triller sobre la vida de tus costumbres.
Ya no te culpes por eso, culpate por lo demás, por lo que estas haciendo con vos mismo, eso de poder y no querer.Es eso lo que te vuelve un mediocre. Entonces yo también le estoy escribiendo una carta a un rehén, de algún modo.¡Qué androide!No me sorprende en mí de todas maneras, estoy volviendo a la vieja costumbre de estar loco, pero vos ya sabés como irte y dejarme solo cuando esto está por ocurrir, entonces ahí viene el portazo y el hasta luego. Qué largos son esos hasta luego, la primera vez pensé que ibas al supermercado, iluso de mi parte.Menos mal que no estamos en invierno, sino quizás moría de soledad. Se que esta vez es diferente, pero cada vez es más diferente para mí, deberías saberlo. Ya no se trata de moderar mis comentarios o de barrer los sábados a la mañana, es quererte y no. Es mostrarme intolerarte ante todo tipo de agresión.
Me recetaste indiferencia, y obtuve un castigo. No volver a sentir amor.
Brillan, giran y luego explotan, si que sabías lo que decías cuando tratabas de dilusidar la cuestión de tus ojos en el cielo.
Cierto hastío en la situación política vivida en esos años, parecía haber determinado aquella voluntad de exilio, confirmada y hasta justificada luego por las condiciones que le permitieron elaborar la obra literaria de la madurez y adquirir, según propias declaraciones, una perspectiva más adecuada del mundo.Y no escribió más.
No es poco, no es poco para una película basada en una novela. Un triller sobre la vida de tus costumbres.
Ya no te culpes por eso, culpate por lo demás, por lo que estas haciendo con vos mismo, eso de poder y no querer.Es eso lo que te vuelve un mediocre. Entonces yo también le estoy escribiendo una carta a un rehén, de algún modo.¡Qué androide!No me sorprende en mí de todas maneras, estoy volviendo a la vieja costumbre de estar loco, pero vos ya sabés como irte y dejarme solo cuando esto está por ocurrir, entonces ahí viene el portazo y el hasta luego. Qué largos son esos hasta luego, la primera vez pensé que ibas al supermercado, iluso de mi parte.Menos mal que no estamos en invierno, sino quizás moría de soledad. Se que esta vez es diferente, pero cada vez es más diferente para mí, deberías saberlo. Ya no se trata de moderar mis comentarios o de barrer los sábados a la mañana, es quererte y no. Es mostrarme intolerarte ante todo tipo de agresión.
Me recetaste indiferencia, y obtuve un castigo. No volver a sentir amor.
Brillan, giran y luego explotan, si que sabías lo que decías cuando tratabas de dilusidar la cuestión de tus ojos en el cielo.
Cierto hastío en la situación política vivida en esos años, parecía haber determinado aquella voluntad de exilio, confirmada y hasta justificada luego por las condiciones que le permitieron elaborar la obra literaria de la madurez y adquirir, según propias declaraciones, una perspectiva más adecuada del mundo.Y no escribió más.
