miércoles, 21 de abril de 2010

Un caso de olvido de nombre y recuerdo erróneo


¿Qué pasa en el pueblo con las angustias cerradas y las miradas lúgubres? ¿Qué cayó sobre sus cabezas que sigue aplastando al bienestar?
Elisa no era ejemplo a seguir precisamente, pero por lo menos se mantenía afuera de la cama.
El viernes fue sábado y el sábado un miércoles cualquiera, o tal vez el viernes cual martes, también pasó inadvertido. No importaba quién era capaz de distinguir los días y quién, tal como Elisa decía, llenaba su cuarto de calendarios para los laberintos en los que Ulises se refugiaba.
Llegué un martes de septiembre al laberinto.
Un cantero de telas tejidas por viudas negras hubiese sido más alegre que esos rosales mal regados.
Pero entré, las mil y una noches que le siguieron, entré, hoy es mil y hoy es una noche cualquiera de un jueves cualquiera.
Elisa prepara unas tortillas de harina de garbanzos para los 9 (nueve).
Hay una televisión en blanco y negro frente a la mesa, pero nadie se detiene en la emisión de sonidos huecos que realiza, es que Ulises canta una canción, una de esas que aprendió de los chicos que parecían recién llegados de Glasgow, un día con los ojos muy claros y las manos muy blancas.
Supe que me había equivocado, extrañaba la música de los chicos del otro lado del laberinto. Ulises era un mediocre reproductor de audio y Teseo seguía sin responder a mi pregunta.
¿Qué formularé entonces hoy? ¿Otra pregunta que sea soluble en tinta, tal como lo hice ayer?
No. Hoy apuesto a la grave acusación Teseo,
me estás evadiendo.
- No cruzarás - dijo-, sin anillo no cruzan los reyes, eres reina al igual que Elisa, desde que decidiste quedarte, reinas en todos mis laberintos.
Aplicaré a tus modos un teorema para que te estudien, matematizaré tus movimientos para que al nombrarte todos puedan entender cuan complejo es seguirte.
¿Qué hay del solsticio, Teseo?
Piscis es una casa cualquiera. Era, la era, era cualquier, era cualquiera, era, era cualquier era.
Entendió Elisa que su corona podía ser la balanza para el pueblo hambriento y las monedas de cobre.
¿Qué hay del solsticio, Teseo?
Uranio es un elemento y Urano es materia.
No puedo escribir un relato, tal como Elisa escribió.
Sus brazos estaban vendados y...