Lo rompe, lo estruja,
y se amarra al lazo.
Crea el puente,
lo cruza, lo piensa,
y se hecha a reir.
Maneja un ovillo de lana como si fuera una esfera de cristal
y se astilla las manos,
se transporta al pasado de lo futuro
en donde el puente es puente
y el páramo es un cuadro cualquiera
Le hecha la culpa al mediodía
y a la casa de estudios
Ve un nido de golondrinas sin estar segura de que esas aves construyan nidos.
La bomba de caricias no estalla más
no estalló más
aún siendo tus manos mi espalda
aún siendo tu mentón
el de todos los demás
Y sin mover la almohada
descubrimos cómo funcionaba la máquina
lucho del otro lado
y vivo del otro lado
la mitad de mi tiempo
Todos deberían sentir esto
todos deberían entender eso
que me incluye a mi,
que se despoja de mi.
Llegando al punto de partida,
donde lo esconde,
lo oculta,
y se aferra a este, un único final.